En la base deberemos colocar un sustrato, normalmente conocido como grava, granza o arena. Este se puede conseguir en distintos grosores, desde 1,5 mm hasta 15 mm de espesor. También se pueden obtener de distintos compuestos y colores. La elección en algunos casos podrá vincularse al tipo de acuario que se instalará, ya que algunos peces requieren sustratos claros y otros sustratos oscuros.
Es importante definir desde el principio si el acuario contará con plantas naturales, ya que la grava tradicional es inerte y carece de las sustancias que éstas necesitan como abono. Además, se recomienda un granulometría mas fina. En este caso, se recomienda colocar debajo de la grava, sustratos nutritivos adicionales y material que favorezca el enraizamiento.
Antes de colocar la grava es importante lavarla con agua limpia antes de colocarla en el acuario, para eliminar el polvo y otras sustancias que puedan enturbiar el agua.
La cantidad puede variar, pero se recomienda una capa de entre 5 y 8 centímetros de grava.